En el principio creó Dios los cielos y la tierra. La tierra era caos, confusión y por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas.
Dijo Dios.”Haya luz” y hubo luz. Vio Dios que la luz estaba bien, y apartó Dios la
Dijo Dios: “Haya un firmamento por en medio de las aguas, que las aparte unas de otras”. E hizo Dios el firmamento; y apartó las aguas de por debajo del firmamento, de las aguas de por encima del firmamento. Y así fue. Y llamó Dios al firmamento “cielos”. Y atardeció y amaneció: día segundo.
Dijo Dios: “Acumúlense las aguas de por debajo del firmamento en un solo conjunto, y déjese ver lo seco”; y así fue. Y llamó Dios a lo seco “tierra”, y al conjunto de las aguas las llamó “mares”; y vio Dios que estaba bien.
Dijo Dios: “Produzca la tierra vegetación; hierbas que den semillas y árboles frutales que den fruto, de su especie, con su semilla dentro, sobre la tierra”. Y así fue. La tierra produjo vegetación; hierbas que dan semillas, por sus especies, y los árboles que dan fruto con la semilla dentro, por sus especies; y vio Dios que estaba bien. Y atardeció y amaneció día tercero (…).
Dijo Dios: “Produzca la tierra animales vivientes de cada especie”. Y así fue. Hizo Dios las alimañas terrestres de cada especie, y las bestias de cada especie, y toda sierpe del suelo de cada especie; y vio Dios que estaba bien.
Y dijo Dios: Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y mande en los peces del mar y en las aves de los cielos, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todas las sierpes que serpean por la tierra”.
Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó.
Génesis, 1-27
(…) el hombre desciende de un tipo de organización inferior. Las bases sobre las que descansa esta conclusión son inquebrantables, pues la estrecha semejanza entre el hombre y los animales inferiores, durante el período embrionario, así como los innumerables puntos de su estructura y constitución, unas veces de suma importancia, otras de menor cuantía (los rudimentos que el hombre conserva y las anormales regresiones a que se halla sujeto) hechos son sobre los que no es posible discutir. Fueron éstos conocidos desde hace mucho tiempo; pero hasta ahora poco o nada nos habían expresado respecto al origen del hombre.
Vistos hoy a la luz de nuestros conocimientos del mundo orgánico, sus indicaciones son infalibles. El gran principio de la evolución se yergue claro y preciso al considerar todos estos grupos de hechos en mutua conexión, tales como las respectivas afinidades de los miembros de un mismo grupo, sus distribución geográfica en el tiempo pasado y el presente y su sucesión geológica. Es inadmisible que juntos todos estos hechos hablaran a un tiempo erróneamente. Aquel que no se satisface, cual el salvaje, de ver a todos los fenómenos de la naturaleza como si estuvieran dislocados e inconexos, no puede por mucho tiempo seguir creyendo que el hombre es fruto de un acto separado de la creación. Hallase forzado a admitir que la estrecha semejanza del embrión humano al del perro, por ejemplo: que la estructura de su cráneo, miembros y armazón, sobre el mismo plan trazado en los mamíferos, independientemente del uso a que esas partes se destinan; que la reaparición accidental de diversas estructuras, como por ejemplo, la de ciertos músculos que ordinariamente no poseer al hombre, pero que se encuentran en estado normal en los cuadrúmanos, y que una multitud de hechos análogos, todo a una lo lleva del modo más manifiesto a la conclusión que el hombre es condescendiente, con otros mamíferos, de un progenitor común.
Hemos visto que el hombre incesantemente manifiesta diferencias individuales en todas las partes de su cuerpo y en sus facultades mentales. Estas diferencias o variaciones parecen provocadas por las mismas causas generales y obedecen a idénticas leyes que los animales inferiores. En ambos casos dominan semejantes leyes de la herencia.
DARWIN, Ch, “El origen del hombre. Madrid. E.D.A.F., 1989
ACTIVIDAD:
Compara los lenguajes que utilizan.
Compara la imagen que cada perspectiva ofrece sobre el hombre.
Señalar los temas o problemas a que se refieren los fragmentos
Explicar el significado de las palabras o expresiones más importantes
Señala las coincidencias y/o discrepancias y emitir un juicio personal fundamentado sobre la cuestión que tratan.
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